"Nuestro físico está débil, pero nada impide amar y rezar"

El Papa Francisco, quien permanece internado en el hospital Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero debido a una neumonía bilateral, expresó este domingo que atraviesa "un momento de prueba" y que su estado físico es "débil". A pesar de su situación, el pontífice de 88 años aseguró que "nada puede impedirnos amar, rezar, entregarnos, estar los unos para los otros en la fe, señales luminosas de esperanza".
A través de un mensaje escrito con motivo del Ángelus, el líder de la Iglesia Católica destacó la labor del personal sanitario, subrayando la luz y el amor que se reflejan en los hospitales y centros de asistencia. "¡Cuánta atención amorosa ilumina las habitaciones, los pasillos, los ambulatorios, los lugares donde se prestan los servicios más humildes!", afirmó.
Francisco agradeció las oraciones de los fieles y el esfuerzo del personal médico que lo atiende "con tanta dedicación". En su mensaje, invitó a los creyentes a unirse en alabanzas al Señor, recordando que "nunca nos abandona y que en los momentos de dolor nos pone al lado a personas que reflejan un rayo de su amor".
Según el último parte médico difundido por la Santa Sede, la salud del pontífice se mantiene "estable" y los médicos han observado una mejora gradual desde su recaída el pasado 3 de marzo. No obstante, aún no se ha definido una fecha para su alta hospitalaria, y su tratamiento continuará por el momento en el Gemelli.
Esta es la cuarta hospitalización del Papa en sus 12 años de pontificado y la más prolongada hasta la fecha, lo que ha generado inquietud sobre su continuidad al frente de la Iglesia Católica. Sin embargo, Francisco ha reiterado que no tiene intenciones de seguir el ejemplo de su predecesor, Benedicto XVI, quien renunció en 2013.
Mientras tanto, muestras de apoyo no han dejado de llegar al hospital. Este domingo, un grupo de niños scouts se congregó a las afueras del centro médico con globos amarillos y blancos, los colores del Vaticano, y corearon el nombre del Papa. En respuesta, Francisco les envió un mensaje afectuoso: "Gracias, queridos niños, el Papa os quiere y espera siempre encontraros".
El pontífice también aprovechó la ocasión para renovar su llamado a la paz en diversas zonas de conflicto alrededor del mundo, mencionando específicamente Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo.